Curso del lobo ibérico y el singular ecosistema de la Montaña Palentina.
Por Almudena Zaragoza. Bióloga.
La verdad es que fue una decisión muy acertada, cuando hace tres años cambiamos la ubicación de nuestro curso anual del lobo ibérico, al Parque Natural de la Montaña Palentina. Hemos ganado en todos los sentidos. Primero y más importante, el valor humano al tener a la persona que nos aconsejó visitar este espacio natural, nuestro exalumno y actual guía Toño.
¡Qué suerte contar con una persona tan apasionada de su tierra y con tantos conocimientos! Así que fuimos un guía de la zona y dos biólogos, mi compañero Jorge que en breve será doctor, no sé si me acostumbraré a llamarlo Dr. Rodríguez, cuando lo conocí siendo aún un alumno de grado jeje. Qué orgullo, verle progresar. Necesitamos gente con corazón para la conservación de nuestro tesoro natural, sin duda. Hay demasiada competencia fea en este mundo, con un legado natural tan bello.
Hacen falta personas igual de luminosas, así son mis compañeros y cómo no en esa línea, hemos tenido unos alumnos excepcionales, por lo que hemos pasado un fin de semana como en casa y eso es de agradecer.
Este año ha sido especialmente motivante como os comentaba, para nuestra labor de educadores en el medio natural porque hemos disfrutado de algunos espectáculos de la naturaleza, a los que muy pocas personas extremadamente privilegiadas, tiene la suerte de asistir.
Primero el paisaje, un otoño espectacular lleno de colores y de frutos silvestres, en el que pudimos observar más de una decena de plantas medicinales y de especial importancia para la alimentación de la fauna local, adornados de unos amaneceres y atardeceres de novela. ¡Qué belleza!





El viernes pudimos disfrutar de dos ponencias una sobre mi amado lobo y su etología y otra sobre la berrea, que pudimos observar en este curso, especialmente preparado en esta época del año porque tanto las manadas de lobos, como los ciervos, se juntan en grupos más numerosos, haciendo más probable poder disfrutar de su presencia.
Algunos de los machos de la Montaña Palentina son especialmente impresionantes. Como explicamos con datos científicos en las ponencias, las zonas de lobos, tienen los ejemplares más vigorosos de ciervos, por mantener las poblaciones en forma y libres de individuos enfermos o débiles. Sin duda, el maravilloso lobo es un ingeniero de ecosistemas y aporta el equilibrio necesario para que todos los demás animales vivan adecuadamente, sin ejercer demasiada presión sobre las plantas, favoreciendo la existencia de ecosistemas más ricos en biodiversidad.
En este época, las familias de lobos se juntan con los cachorros del año, algunos miembros de otras camadas anteriores e incluso a veces, tienen amigos de territorios colindantes. Un mayor número, les ayuda a cazar presas más grandes y a aportar en el final de la crianza de los pequeños, que en breve, se emanciparán. Sin embargo, aún pudimos ver a los lobeznos de ese año, ya no tan cachorros, pidiendo comida a su madre y haciéndole algunas carantoñas. Será algo que jamás olvidaremos.
Para continuar, con un curso que no tuvo ni un sólo instante de desperdicio, después de una ruta espectacular por un hayedo bien cerrado y lleno de arandaneras, decidimos bajar a los prados de ganado, con buena población de rata topera y para nuestra sorpresa, pudimos disfrutar de casi una hora de un gato montés cazando con total tranquilidad. Hay pocos animales de igual belleza.
Y si este elegante animal, no fue suficiente para dejarnos sin aliento, el domingo pudimos disfrutar de unos paisajes increíbles tras una ruta por un ecosistema infinito de valles, robledales y pastos plagados de champiñones silvestres.

No quisimos finalizar, sin visitar el río Pisuerga y su bosque de ribera, arces, alisos, chopos, abedules, manzanos y aligustres, conforman el ecosistema de la nutria y el mirlo acuático. Pero hay un visitante, al que no podíamos esperar. Un pequeño erizo, quiso despedirse de nosotros, dejando un recuerdo entrañable a los pequeños y desapercibidos animales que viven en nuestros hábitat naturales. ¡Hasta otra!


Y sin más, esperando ya la siguiente visita a la naturaleza que será en diciembre a la tierra del lince ibérico, me despido de vosotros no sin antes dar un especial agradecimiento a las personas que participaron en este curso, a mis maravillosos alumnos, espero que no os olvidéis de Palencia y de este experiencia única.
¡Sin vosotros, no hubiera sido posible!
Agradecimientos.
- José Antonio Arnillas, Toño para los amigos, nuestro guía palentino. Visita su instagram @ja.pajarero
- Jorge Rodríguez, nuestro biólogo de campo favorito. Visita su instagram @jorge.rp
- Dani y María, grandes amigos y mejores personas. Visita su Instagram @espia.animal